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Dolor de espalda STOP

El dolor lumbar (DL) o lumbalgia se define como “dolor, tensión muscular o rigidez localizado por debajo de la parrilla costal y por encima de los pliegues glúteos inferiores, con o sin dolor en la pierna”. Puede ser agudo o crónico en función de la sintomatología (>12 semanas) (Pérez Irazusta I, 2007).

Más del 90% de las personas sufren DL en algún momento de su vida. En más del 80% de los casos no pueden atribuirse a una causa concreta (lumbalgia inespecífica), por ello el estrés y el sedentarismo son los síntomas más generalizados. La carga económica para el sistema sanitario debido al DL es muy elevada, por un lado debido al coste directo (sanitario) e indirecto por el absentismo laboral que implica, siendo éste 5 veces superior (Dagenais S, 2010).

¿A qué es debido mi dolor lumbar?

El objetivo inicial es diferenciar la pequeña proporción de pacientes con problemas específicos de la inmensa mayoría que presenta DL inespecífico (Balagué F, 2012). Prácticamente todas las GPCs recomiendan clasificar a los pacientes con DL en tres grupos (Dagenais S, 2010; Koes BW, 2010):

  1. Dolor lumbar inespecífico (DLI).
  2. Patología vertebral grave o específica sospechada o confirmada mediante síntomas y signos de alarma (red flags): cáncer, infección, fractura, síndrome de la cola de caballo, espondilitis anquilosante, etc.
  3. Otros problemas que implican afectación neurológica relevante, fundamentalmente hernia discal y estenosis de canal.

Hecha esta clasificación, no se considera necesario ni beneficioso (ni es posible) intentar identificar las estructuras anatómicas específicas causantes del DL.

Entre los signos más comunes entre la sociedad, las dolencias pueden ser producidas por las protusiones y hernias discales. Sin embargo, en los casos en los que el paciente presenta alteraciones en la columna a nivel lumbar, no son las causantes de las molestias. En la mayoría de los casos, los problemas mecánicos de la espalda no tienen relación entre los resultados de la radiografía y la dolencia de la misma. Así pues, la intervención quirúrgica sólo está indicada para el 5% de los pacientes con hernia discal, ya que en la mayoría de los casos son las inflamaciones o las contracturas musculares las que desencadenan o agravan el dolor lumbar.

El ejercicio físico es el tipo de tratamiento conservador más ampliamente utilizado por los profesionales. Es recomendado en el dolor lumbar crónico ya que reduce el dolor y mejora la funcionalidad, pero no es tan recomendado en el DL agudo. No hay evidencias de que ningún tipo concreto de ejercicio sea claramente más efectivo que otro. El efecto, en cualquier caso, es pequeño. La adherencia suele ser pobre. Se deben tener en cuenta las preferencias y expectativas de los pacientes cuando se decide el tipo de ejercicio (van Middelkoop, 2010).

En los pacientes con ciática, las recomendaciones en cuanto a información, vida activa vs reposo y ejercicio físico son las mismas que cuando hay DL inespecífico (Dagenais S, 2010). Según Choi Bk, 2010, hay evidencias de calidad moderada de que los programas de ejercicio pueden prevenir recidivas, si bien no es posible especificar el contenido de dichos programas. 

Posiblemente conozcas a familiares y personas de tu entorno que sufren dolor lumbar. Desde LEIT MOTRIZ con programas de entrenamiento adaptados ayudamos a paliar sus dolencias y reducimos la aparición de nuevo de estos síntomas.

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